sábado, 29 de diciembre de 2012

El impacto de las políticas Neoliberales sobre el régimen de inversiones mineras

por el Dr. Jorge Cuello*

 

En ocasión del 1er aniversario del "Famatinazo" en La Rioja, publicamos esta excelente nota sobre la influencia del neoliberalismo sobre la legislación minera argentina


"Hay que derogar la ley de inversiones mineras"

En los años noventa, en el marco del proceso de políticas neoliberales que imperaban en nuestro país, el régimen jurídico nacional de la actividad minera sufrió importantes modificaciones que beneficiaron y alentaron la llegada de inversiones extranjeras directas para el desarrollo y explotación de nuestros recursos mineros. 
Pintada en la barrera del Corte en Famatina

Un ejemplo de ello fue la Ley Nº 24.196, también conocida como ley de promoción de inversiones mineras, la cual es considerada por muchos como la frutilla del postre del proceso de entrega y saqueo del patrimonio nacional que vivimos los argentinos durante el apogeo del fundamentalismo neoliberal. 
Dicha ley fue, además, el punto de partida de un proceso de expoliación y saqueo de nuestros recursos y riquezas naturales llevado a cabo por las multinacionales vinculadas a la actividad minera a cambio de unas pocas migajas que se derramaron sobre las arcas provinciales luego de que se liquidaran suculentas ganancias en beneficio de estas empresas extractivas.

El régimen de promoción de las inversiones mineras permitió –entre otras cosas - que los sectores y empresas multinacionales vinculadas a la explotación de los recursos mineros encontraran en nuestro país una plaza ideal para hacer negocios a largo plazo con garantías de estabilidad fiscal y financiera que exceden ampliamente al riesgo de toda actividad empresaria.


En este sentido, es oportuno analizar cuales fueron las concesiones fiscales realizadas por el Congreso Nacional -en el marco de las atribuciones conferidas por la CN para dictar el Código de Minería- a partir de la sanción de la Ley Nº 24.196 de inversiones mineras. Así como también los impactos que dichas concesiones han tenido para el desarrollo de las economías regionales de las provincias en las que se desarrollan este tipo de actividades.

La ley de promoción de las inversiones para la actividad minera


La Ley Nº 24.196 –sancionada por el Congreso Nacional en el año 1993- instituyó un Régimen de Inversiones para la Actividad Minera para ser aplicado en todo el territorio nacional a través de la adhesión expresa de las provincias y los municipios argentinos.

Las actividades comprendidas en dicho régimen son la prospección, exploración, desarrollo, preparación y extracción de sustancias minerales comprendidas en el Código de Minería así como también los distintos procesos productivos vinculados a la industria minera.

Quedan excluidas del régimen de inversiones mineras las actividades vinculadas a hidrocarburos líquidos y gaseosos, el proceso industrial de fabricación de cerámicas y cemento a partir de la calcinación y las arenas y el canto rodado destinados a la industria de la construcción.

Los beneficios fiscales establecidos por el presente régimen para los emprendimientos mineros son: 

Estabilidad fiscal por 30 años: a partir de la fecha de presentación del estudio de factibilidad del emprendimiento minero, alcanzando a todos los tributos (impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas) con excepción del IVA y derechos, aranceles u otros gravámenes a la importación o exportación. Y significa que las empresas mineras no podrán ver incrementada su carga tributaria total en los ámbitos nacional, provincial y municipal.

Deducción del 100 % del impuesto a las ganancias: de los montos invertidos en gastos de prospección, exploración, estudios especiales, ensayos mineralúrgicos, metalúrgicos, de planta piloto, de investigación aplicada, y demás trabajos destinados a determinar la factibilidad técnico-económico de los mismos”. También estarán exentas las utilidades provenientes de los aportes de minas y de derechos mineros, como capital social.
 
Beneficios a la Exportación (Art. 14 bis): Los créditos fiscales originados en las importaciones y adquisiciones de bienes y servicios que tengan por destino realizar actividades mineras consistentes en prospección, exploración, ensayos mineralúrgicos e investigación aplicada -luego de transcurridos doce (12) períodos fiscales contados a partir de aquel en que resultó procedente su cómputo- conformaran el saldo a favor de los responsables a que se refiere el primer párrafo del artículo 24 de la ley de impuesto al valor agregado, les serán devueltos.
 
Avalúo de las reservas de mineral:  “El avalúo de las reservas de mineral económicamente explotable, practicado y certificado por profesional responsable, podrá ser capitalizado hasta en un cincuenta por ciento (50%) y el saldo no capitalizado constituirá una reserva por avalúo. La capitalización y la constitución de la reserva tendrán efectos contables exclusivamente, careciendo por tanto de incidencia alguna a los efectos de la determinación del impuesto a las ganancias. La emisión y percepción de acciones liberadas provenientes de esta capitalización, así como la modificación de los contratos sociales o de los estatutos, cualquiera fuera su naturaleza jurídica, en la medida en que estén determinadas por la capitalización aludida, estarán exentas de todo impuesto nacional, incluido el de sellos”. 

Exención del pago del Impuesto sobre los Activos: a partir del ejercicio fiscal en curso al momento de la inscripción en el registro de beneficiarios del régimen minero. 

Exención del pago de Derechos de Importación:  por la introducción de bienes de capital, equipos especiales o parte o elementos componentes de dichos bienes, insumos, repuestos y accesorios necesarios para garantizar la puesta en marcha y desenvolvimiento de la actividad. 

Regalías:  las provincias no podrán cobrar un porcentaje superior al 3 % sobre el valor "boca mina" de los minerales extraídos y declarados por el productor minero. Se considera "mineral boca mina", el mineral extraído, transportado y/o acumulado previo a cualquier proceso de transformación.

Conservación del Medio Ambiente: “a los efectos de prevenir y subsanar las alteraciones que en el medio ambiente pueda ocasionar la actividad minera, las empresas deberán constituir una previsión especial para tal fin. La fijación del importe anual de dicha previsión quedará a criterio de la empresa, pero se considerará como cargo deducible en la determinación del impuesto a las ganancias, hasta una suma equivalente al cinco por ciento (5 %) de los costos operativos de extracción y beneficio”.

A modo de conclusión, podemos afirmar que el régimen fiscal establecido durante los años noventa para promover las inversiones mineras no solo ha permitido que las empresas adheridas al mismo obtengan enormes beneficios y suculentas ganancias sino que impidieron además al Estado Nacional y a las provincias engrosar sus arcas publicas en beneficio de las comunidades en donde estos emprendimientos mineros se desarrollan. 

Solo como ejemplo vale la pena tener presente que “en la mina Veladero, explotada por Barrik Gold en la provincia de San Juan, se hizo publico que se esperaba que el valor de los minerales extraídos y una vez procesados fuera del país fuese aproximadamente de 12.000 millones de dólares. A cambio de semejante riqueza la provincia de San Juan espera recibir como regalía, a lo largo de 20 años, 70 millones de dólares”. 

Esta escalofriante asimetría entre los beneficios obtenidos por la Barrik Gold y los ingresos que en concepto de regalías corresponden a la Provincia de San Juan son solo un ejemplo del despojo económico que generan estos emprendimientos mineros como consecuencia de los beneficios fiscales antes descriptos. Y deja a las claras la orientación privatista de este régimen fiscal que en nada contribuye al desarrollo económico de nuestro país y de las provincias en que estas actividades mineras se desarrollan. 

Vista parcial de la Sierra de Famatina - La Rioja
Por lo expuesto anteriormente, consideramos que resulta urgente e impostergable derogar la Ley 24.196 de promoción de las inversiones mineras para terminar de esta forma con un régimen fiscal que lo único que genera son astronómicos beneficios para las multinacionales vinculadas a esta actividad a cambio de que el Estado Nacional, las provincias y los pueblos que en ella habitan, tengan que seguir soportando las consecuencias nefastas de una actividad que provoca destrucción y contaminación a gran escala. 


También pueden acceder AQUÍ a la versión original en word del texto. 

* Abogado. Docente UBA. Especialista en Derecho Ambiental


Se viene la CARAVANA EDUCATIVA de la FUA 2013

La “Caravana Educativa” es un viaje emprendido por militantes y amigos, que recorriendo diversos puntos de nuestra costa atlántica durante las vacaciones, van generando instancias de encuentro y reflexión acerca de la importancia de la Educación Pública para nuestra sociedad, a través de actividades culturales y recreativas.

Nuestra tarea, que consiste en defender la Universidad Publica Autónoma Gratuita y Cogobernada, bajo los principios surgidos en la Reforma de 1918, necesita de la participación activa de cada vez más estudiantes, y a su vez, la problemática educativa en general, requiere volver a un lugar central en la agenda pública y en las prioridades del Estado. Ante un contexto de crisis generalizado, en el que la brecha social sigue profundizándose y la pobreza estructural no ofrece un futuro digno a millones de argentinos y argentinas, la Educación Pública no hace más que replicar los mecanismos de exclusión y profundización de las desigualdades, y de ahí deriva la importancia de pensar la Escuela y la Universidad Pública, como espacios integradores que generen herramientas y oportunidades de transformación social. Ademas, entendemos que es imprescindible avanzar hacia la conquista de mas derechos para los jovenes, y para ello hace falta plantear decididamente los problemas que sufrimos y pensar en las medidas que debe asumir el Estado para resolverlos.

Salir a la calle, recorrer los barrios y las plazas, visitar instituciones y tomar contacto con organizaciones de la sociedad civil son formas de articulación fundamentales para poder modificar la realidad, y estamos convencidos de que esto se puede trasladar y replicar, en un ámbito donde generalmente no hay lugar para la discusión política lisa y llana, pero si para el diálogo y el intercambio de opiniones y pensamiento. Compartir actividades culturales y deportivas con cientos de miles de jóvenes que en verano viajan a la costa, para que cuando vuelvan a sus ciudades y pueblos de origen, lo hagan sabiendo que existe una Federación Universitaria Argentina comprometida en la defensa de sus derechos, e interesada en la solución de los problemas que nos afectan día a día.
Los esperamos a todos

domingo, 17 de junio de 2012

XXVII Congreso de la FUA : La Franja Morada retuvo una vez más la Presidencia del gremio de los estudiantes

COMUNICADO DE LA FEDERACIÓN UNIVERSITARIA ARGENTINA 
 

 Córdoba, 17 de Junio de 2012



En el día de ayer se desarrollaron las actividades programadas para el XXVII Congreso de la Federación Universitaria Argentina, en el Estadio General Paz Juniors de la Ciudad de Córdoba. En el comienzo de la jornada, tuvimos el Acto de Apertura, con la presencia de todas las agrupaciones participantes del Congreso, y la palabra de destacadas figuras entre las cuales estuvo Pablo Micheli (Secretario General de la CTA) quien instó al movimiento estudiantil a comenzar un camino de acercamiento en pos de la defensa de los derechos y libertades de los estudiantes y trabajadores.

Con posterioridad, se desarrollaron en simultáneo el proceso de Acreditación de Delegados y las distintas Comisiones de Discusión en donde se redactaron los documentos de la FUA acerca de la Situación internacional y latinoamericana, Situación Nacional y Rol del Movimiento Estudiantil.

Una vez finalizado este momento, se dio lugar a la sesión de Junta de Poderes en donde cada uno de los miembros de la Junta Ejecutiva y los diferentes apoderados nacionales por organización, resolvieron las impugnaciones y observaciones presentadas durante la Acreditación.

Aproximadamente a las 5:30 de la mañana se comenzaron a recibir las listas y el resultado de la votación fue el siguiente:

Union Reformista (Franja Morada) - 290
Frente Universitario Nestor Kirchner - 210
Frente de Izquierda (CEPA-PO-Independientes de izquierda) - 169
Frente Amplio Universitario (127)


De este modo, se consagraron como Presidente y Vicepresidente de la Federación Universitaria Argentina los Sres. Emilio Cornaglia y Nicolas Nieva Dumas respectivamente.

Cabe destacar que participaron del Congreso la casi totalidad de las organizaciones y agrupaciones estudiantiles del país, habiendo quedado sin acreditarse aproximadamente 100 delegados que correspondían, entre otras fuerzas, al MPE, MILES y La Cámpora. Ante sus declaraciones públicas debemos reafirmar, en primer lugar, que la Federación Universitaria Argentina se caracteriza, desde hace casi cien años, por estar compuesta de manera plural y amplia por todo el arco político del movimiento estudiantil, y que las voluntades de los estudiantes que eligen de manera democrática a sus representantes gremiales se reconoce a lo largo y a lo ancho del país a través de un extenso proceso de acreditación del cual esas mismas fuerzas participaron en condiciones de igualdad. En segundo lugar, queremos dejar en claro que ningún agente externo al movimiento estudiantil tiene potestad para cuestionar el legítimo funcionamiento de nuestros órganos gremiales, y muchísimo menos, para intervenirlos. Ningun Ministro ni Secretario del Gobierno puede pretender injerencia alguna sobre un gremio compuesto única y excluyentemente por estudiantes. La prepotencia de algunos pocos no podrá deslegitimar el movimiento estudiantil de la Argentina. FUA hay una sola, y es la de todos los estudiantes.

Por último, queremos abrir una convocatoria a todos aquellos estudiantes interesados en sostener las banderas del reformismo y la democracia, en la conquista de nuevos derechos y en la defensa de los ya establecidos, en el trabajo incansable por los derechos humanos, y la búsqueda de la libertad en condiciones de igualdad para todos los argentinos, a sumarse participando desinteresadamente por nuestro futuro y el de las generaciones siguientes. La FUA será un espacio abierto, plural y democrático en donde las diferencias políticas no serán obstáculo para construír un país distinto. La FUA será un engranaje más de la transformación social que necesita nuestro pueblo. Pör los dolores que nos quedan, que son las libertades que faltan.


            Emilio Cornaglia
             PRESIDENTE
Federación Univesitaria Argentina

viernes, 1 de junio de 2012

Otra Juventud, MÁS RADICALISMO!



Otra Juventud, MÁS RADICALISMO!





Como jóvenes que militamos en la Unión Cívica Radical nos vemos en la obligación de aclarar que el lanzamiento del programa “Escuela de Jóvenes Lideres”, realizado el 30 de mayo próximo pasado, es una convocatoria realizada exclusivamente por la línea interna “Cantera Popular”, en el marco de las actividades de formación que ésta realiza de forma particular, y que de ninguna manera contiene a las demás líneas que conforman la totalidad de la militancia en los espacios juveniles de nuestro partido.

No queremos convalidar el falso relato de que tanto la Franja Morada como la Juventud Radical extendieron su invitación de manera orgánica a este evento, dado que ninguna de estas organizaciones participó institucionalmente ni en la planificación, convocatoria, o presentación de la mencionada actividad.

Nos encontramos ante la necesidad de manifestar nuestra más firme oposición a la manipulación de los estamentos orgánicos partidarios, los cuáles de esta manera son utilizados como meros sellos vacíos de contenidos. No queremos dejar pasar actitudes que confunden las responsabilidades institucionales con convocatorias sectoriales, más allá de su finalidad, sin cuestionar de ninguna manera la necesidad fundamental de la formación política de la militancia joven que forman parte de nuestro partido, la sana práctica de la misma en el debate, la confrontación de ideas y la aceptación de diversas posiciones con la finalidad de perseguir la integración de la juventud EN SU TOTALIDAD.

Asimismo, debemos remarcar que el desconocimiento a la actual Mesa Nacional de conducción de la Franja Morada es una falta imposible de soslayar que dificulta el trabajo conjunto y se agrava por compromisos asumidos sin consenso por quienes aún no tienen la capacidad de representación de dicha organización.

Estamos convencidos que el respeto por las instituciones, la búsqueda de consensos y la igualdad de oportunidades son la base de la construcción del radicalismo con el que estamos comprometidos.

         

       Bruno Mini                                                                                               Marisel Lorincz
 Secretario General                                                                                     Vicepresidente 2º
    Franja Morada                                                                                               JR Nacional
                                                                                                                    



   Pablo Fernández                                                                                   Constanza Patek Cittanti
 Vicepresidente FUA                                                                        Secretaria de Políticas Juveniles
                                                                                                                                  JR Nacional




        Diana Cabral                                                                                            Francisco Alfonsín
Secretaria Ejecutiva FUA                                                        Secretario de Relac. con la Comunidad
                                                                                                                                  JR Nacional








martes, 29 de mayo de 2012

JUVENTUDES COMPARADAS

Por José Natanson, Le Monde Diplomatique Cono Sur


Encandilados los más kirchneristas por kirchneristas, por tanta apelación a los 70 y revisionismo histórico a lo Pacho O’ Donnell, y enceguecidos los opositores, mareados en ese antiperonismo que no desaparece, los paralelismos entre el actual momento político y el alfonsinismo suelen quedar en las sombras. Y es una lástima, pues la comparación permite iluminar un aspecto del kirchnerismo que a menudo permanece velado: su cara no populista, su conexión con la tradición liberal, que aunque tenue y problemática existe y resulta crucial para comprender mejor un ciclo político más complejo de lo que suele admitirse.
 
Tanto el alfonsinismo como el kirchnerismo surgieron en contextos de emergencia, en un clima de cambio de época tras el terremoto producido por crisis severísimas (la del fin de la dictadura y la deuda en el primer caso, la del fin del neoliberalimo y la convertibilidad en el segundo). Surgidos en el seno de los dos grandes partidos tradicionales, ambos rompieron con años de hegemonía interna conservadora –balbinista y menemista– a partir de un amplio programa de reforma progresista y de espíritu refundacional. Si se mira bien, es fácil descubrir la huella del alfonsinismo en muchas decisiones actuales, desde las más obvias (el juicio a las juntas como antecedente de la actual política de derechos humanos) hasta las menos evidentes, como los esfuerzos por reforzar el control civil sobre las fuerzas armadas o las revolucionarias modificaciones en las normas de regulación de las costumbres y la vida privada sancionadas por ambos gobiernos (la ley de divorcio y de patria potestad compartida en los 80, la ley de matrimonio igualitario y el ambicioso proyecto de reforma del Código Civil en la actualidad). Todo esto produjo un fuerte sacudón en la vida intelectual que se tradujo en la formación de núcleos más o menos orgánicos, más o menos interesantes de apoyo (el Grupo Esmeralda y Carta Abierta), con sus respectivos referentes (Juan Carlos Portantiero y Horacio González).

Miradas las cosas desde esta óptica, y sin entrar en una lista comparativa de avances y claudicaciones, que cada uno podrá hacer a su gusto, digamos que ambos movimientos, caracterizados por un liderazgo enérgico, una reescritura en clave progresista de la historia y una fuerte voluntad de cambio, asumieron un sesgo anticorporativo –respecto de la Iglesia, los militares e incluso el sindicalismo– que conmocionó las estructuras del poder establecido y los tiñó de un tono épico que atrajo a amplios segmentos de la sociedad.
 
Entre ellos, claro, los jóvenes. Desde un comienzo, desde antes incluso de su llegada a la Presidencia en 1983, el alfonsinismo se apoyó en la Coordinadora, un agrupamiento de jóvenes surgido a fines de los 60, en pleno gobierno de Onganía y en el inicio del ciclo de peronización del progresismo y las clases medias que llegaría a su punto máximo con el triunfo en 1973 de Héctor Cámpora, con el objetivo de renovar al radicalismo a partir de una propuesta que incluía la defensa de la democracia y el rechazo a la en ese entonces muy de moda vía armada. Una vez en el poder, los integrantes de la Coordinadora –jóvenes brillantes provenientes la mayoría de ellos de la política universitaria– operaron como el núcleo más dinámico del gobierno, donde llegarían a ocupar lugares destacadísimos: Enrique “Coti” Nosiglia, ministro del Interior; Facundo Suárez Lastra, intendente de Buenos Aires; Jesús Rodríguez, ministro de Economía.
 
Parecían tenerlo todo, y sin embargo fracasaron, unánimemente y sin matices. Sucedió que, hacia la mitad de su mandato, Alfonsín, acechado por la crisis inflacionaria y presionado por los militares (ese sí que era un clima destituyente), decidió imprimirle un giro a su política económica y de derechos humanos, con el reemplazo de Bernardo Grinspun por Juan Sourrouille y la sanción de las leyes de obediencia debida y punto final. En este contexto delicadísimo, los jóvenes coordinadores quedaron atrapados entre la intención de defender sus posiciones históricas y la necesidad de acompañar a un gobierno, y a un líder, que les había dado todo, weberianamente tensionados entre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad.
 
Incapaces de salir por arriba del laberinto, respaldaron los planes de estabilización lanzados desde el 85 y apoyaron las leyes de impunidad (todos los diputados de la Coordinadora salvo tres votaron a favor de la obediencia debida). Probablemente angustiados, optaron por no traicionar al padre, aunque la lealtad a la larga les haya costado la carrera. Y es que luego, ya en el llano y con una nueva hegemonía, la menemista, sin escrúpulos para emprender las reformas que el alfonsinismo apenas había insinuado, la Coordinadora se fue apagando, desangrándose poco a poco. Sus integrantes –algunos dedicados a los negocios, otros al lobby y unos cuantos al ostracismo de una vida parlamentaria sin sobresaltos– no lograron rearticular el espacio común. Al final, el pos alfonsinismo quedó en manos de De la Rúa.
 
Ahora, aunque los análisis más comunes suelen recurrir a la comparación con Montoneros, y aunque a veces ellos mismos confundan con sus cantitos extemporáneos (“La vida por Cristina”, por ejemplo), lo cierto es que los jóvenes kirchneristas tienen poco que ver con el militarismo, el desprecio a la democracia liberal y la ultraverticalidad de los 70. Lejos de este contexto, tienen la oportunidad de establecer con ese pasado trágico un diálogo más franco, desprovisto de la sobrecarga ideológica que distorsiona la mirada de muchos de quienes vivieron los años de fuego. Y es que la realidad de los jóvenes camporistas tiene más que ver con el pluralismo, la gimnasia electoral y el lenguaje de derechos incorporados a la política en los 80, resultado en buena medida del éxito del alfonsinismo y sus jóvenes guardianes. Por eso, así como revisar la experiencia alfonsinista es crucial para entender el kirchnerismo, analizar el derrotero de la Coordinadora es clave para, en un ejercicio de juventudes comparadas, vislumbrar el futuro de La Cámpora (1).
 
Y en este sentido, dos enseñanzas. La primera es clara: los integrantes de La Cámpora, que hoy ostentan cargos de responsabilidad equivalentes a los de los jóvenes coordinadores, corren el mismo riesgo de que el poder –por vía del amodorramiento institucional y la pulsión disciplinadora inherente a toda burocracia– termine sofocando su capacidad de innovación y sus energías creativas, que deberían ser, al menos en teoría, parte importante de la contribución de la juventud kirchnerista al kirchnerismo.
 
Hasta el momento, La Cámpora ha dado muestras de su voluntad de fortalecer una organización militante en el territorio tanto como de su capacidad para aportar funcionarios técnicamente formados a cargos de alta responsabilidad pública. Pero su aporte no puede limitarse al armado territorial, ámbito en el cual jamás podrán superar a la antiquísima y muy aceitada red de gobernadores, intendentes y punteros del peronismo tradicional, ni a la disponibilidad de buenos gestores, que abundan también en la academia, la sociedad civil y los estados provinciales. Su mayor desafío es contribuir al ya de por sí transformador ciclo kirchnerista aportando algo nuevo. ¿Cuál es, en este sentido, el “diferencial” de La Cámpora? ¿Cuál es su ventaja respecto de otras organizaciones que forman parte del heterogéneo conglomerado oficial? ¿Cuál es su agenda? Dicho un poco brutalmente: ¿en que se diferencia su propuesta legislativa de la de Agustín Rossi?
 
En lo que quizá sea la diferencia más de fondo, más decisiva respecto del alfonsinismo, el kirchnerismo ha dado muestras de que no retrocede ante situaciones de crisis sino que reacciona en clave de retruco-vale cuatro: juicio a la Corte Suprema menemista frente a las presiones de la mayoría automática, nacionalización de las AFJP tras el estallido de la crisis económica, reestatización de YPF ante el colapso de la política energética. En este contexto, el riesgo de La Campora no es una derechización del kirchnerismo, que no ha sucedido ni, todo así lo indica, va a suceder, sino la adopción irreflexiva de algunos de sus tics políticos menos virtuosos: la escasa propensión a someter a la deliberación pública sus iniciativas (contracara de la sobrevalorada “sorpresa” kirchnerista), la concentración de poder en la figura del líder máximo y la verticalidad como método para la toma de decisiones.

No hace falta ser Jorge Lanata para admitir que este tipo de conductas difícilmente contribuyan a generar una juventud desafiante y vibrante, que en el ejercicio de su libertad se anime a avanzar en temas e ideas novedosos. Una juventud que además, y aunque siempre conviene tener cuidado con la psicoanalización del análisis político, enfrenta el dilema de todo aquel que quiere pasar a la adultez: quienes alguna vez escuchamos The Doors (Father? / Yes son? / I wan’t to kill you) o cualquiera que acumule media docena de horas de vuelo en el diván sabe perfectamente que para crecer hay que estar dispuesto a matar simbólicamente al padre, del mismo modo que una organización política debe destronar al líder que la creó si algún día quiere trascenderlo.

Por comodidad, cálculo equivocado o cariño filial (que aunque el lector no lo crea en política también juega un rol), ninguno de los jóvenes de la Coordinadora logró trascender la poderosa figura de Alfonsín. ¿Podrán hacerlo los integrantes de La Cámpora en un futuro ya no tan lejano? Como en su momento los coordinadores, ellos hoy lo tienen todo: juventud, la confianza del líder y una serie de espacios de poder estratégicos, el último de los cuales es la gestión cotidiana de YPF a cargo de Axel Kicillof. Pero enfrentan también un reto mayúsculo, que les demandará algo más que energía militante y capacidad de gestión. Privados de “correr por izquierda” a un gobierno que se mueve siempre hacia ese lado, y obligados a evitar la experiencia de acompañamiento sin fisuras de los 80, todavía deben demostrar qué es lo nuevo, lo verdaderamente original que tienen para decir.

1. No parece casual que ambas organizaciones despertaran el interés de los lectores. Publicado en 1987, el libro Los herederos de Alfonsín (Sudamericana/Planeta), de Alfredo Leuco y José Antonio Díaz, fue un éxito de ventas. Escrito siguiendo la pauta del “nuevo periodismo”, que en ese momento estaba llegando a Argentina, fue reeditado en varias oportunidades. La Cámpora (Sudamericana), de Laura Di Marco, lleva varias semanas en los rankings de best sellers, con un subtítulo “Historia secreta de los herederos de Néstor y Cristina Kirchner”, que parafrasea a su antecesor.

FUENTE: El dipló - Editorial - Nº 155 - Mayo de 2012